Durante mucho tiempo me he estado planteando una cuestión que no es la del título: Para qué carajo estudié una ingeniería.
La realidad es que en aquel momento, no sabía dónde me metía. Venía de programar en FP, sabía hacer código.
Pero fue en una conversación con una amiga, también ingeniera, que me dió una perspectiva que quizás no es la más convencional: la informática no es solo sobre códigos y algoritmos, es sobre resolver problemas y crear oportunidades.
La ingeniería nos ayuda a pensar. A analizar las cosas desde diferentes puntos de vista.
¿Es necesario paar por una ingeniería para aprender a programar?
Absolutamente, no.
Programar es un acto total de creatividad.
Cuando el código no funciona, es desalentador. Aún recuerdo con una espina en el corazón los 121 errores de código que me dió mi primer programa en Cobol.
Cada vez que me quedo atascada en la frustración de “esto no funciona“ intento mirar el problema desde otra perspectiva pero para eso tengo que oxigenarme. Dar un paso atrás.
Creo que alguna vez os he comentado que procuro alejarme literalmente del problema. Me levanto y me voy. Al baño, a dar una vuelta al edificio… Ese oxigenarme me ayuda a ver otras soluciones que no había planteado hasta ahora.
Este enfoque es aplicable en todos los aspectos de nuestro trabajo, ya sea gestionando equipos, lidiando con clientes...
La programación, la ingeniería, la informática, en su esencia, nos enseña a descomponer los problemas en partes manejables y a encontrar soluciones eficientes y efectivas para cada uno de ellos.
Entonces ¿cómo aplicamos esta mentalidad en nuestro día a día?
Te dejo algunas ideas por aquí:
Pensamiento Modular: Al enfrentarnos a un gran proyecto, descompongámoslo en pequeñas tareas. Esto no solo hace que el proyecto sea más manejable, sino que también nos permite identificar y solucionar problemas más rápidamente.
Colaboración Efectiva: En la informática, rara vez trabajamos solos. La colaboración es clave. Al igual que en la programación, donde diferentes módulos de código trabajan juntos para crear una aplicación, debemos aprender a trabajar en sincronía con nuestros colegas y clientes. Es fácil decirlo. Lo sé.
Mentalidad de Solución de Problemas: En lugar de quedarnos atascados en los problemas, enfoquémonos en encontrar soluciones. A veces, esto significa pensar fuera de la caja.
La informática no es solo una disciplina técnica; es una mentalidad. Una mentalidad que nos equipa para enfrentar los desafíos de forma creativa y eficiente.
La ingeniería me ha ayudado a llegar a esa mentalidad.
La programación me ha ayudado a trabajar en desarrollarla.
Por eso, cuando habléis con un informático tened en cuenta que prácticamente todos, tenemos esa mentalidad.